El psoas es un músculo bilateral muy potente, situado en la pared abdominal profunda y el principal conector entre el torso y las extremidades inferiores. ¿Quieres aprender a realizar un abordaje de la inestabilidad lumbar? Pulsa aquí y accede al curso. Está dividido en dos porciones: Psoas Mayor y Psoas menor: el mayor, tiene un recorrido con origen desde la vértebra D12 hasta la 5ª vértebra lumbar (cuerpos anteriores de las vértebras, discos y apófisis transversas), después pasa por delante de la articulación sacroilíaca y finalmente se inserta en el trocánter menor del fémur, junto con el músculo ilíaco; el menor, tiene origen en la vértebra D12 hasta las dos primeras vértebras lumbares y se inserta en la línea pectínea. Ya que éste último está ausente en un alto porcentaje de la gente, hablaremos del psoas mayor principalmente refiriéndonos a él como psoas.
Debido a su ubicación, el psoas ayuda a estabilizar la columna vertebral e interviene en la postura estática y dinámica. Además, interviene en movimientos muy habituales tales como al incorporarse de la cama, agacharse, levantar las piernas al andar, correr, nadar, chutar una pelota?[1,2]
Imagen 1: Localización del músculo Psoas, video anatomía ACLAND
Biomecánica del Psoas
Este músculo tiene dos funciones dependiendo del segmento fijo que tomemos como referencia:
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Punto fijo lumbar: principalmente flexión de cadera.[3]
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Punto fijo fémur: actúa sobre la pelvis y el tronco.
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sobre la pelvis: produce anteversión acompañada de una hiperlordosis de la espalda nivel de la columna lumbar.
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sobre el tronco: produce flexión de tronco si la contracción es bilateral, interviene en la inclinación homolateral + rotación contralateral de tronco si la contracción es unilateral.[1, 4]
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La participación del psoas en las rotaciones todavía está en estudio. Se dice que si participa en las rotaciones, favorece la rotación externa. También se afirma que el psoas interviene en la extensión de la columna vertebral si el sujeto se encuentra en bipedestación con lordosis lumbar normal. [5]
Relaciones anatómicas y funcionales del psoas
El psoas, dada su ubicación y función, es un músculo que se relaciona con muchos tejidos. Aquí se citarán las principales relaciones para entender la influencia del músculo en el dolor de la columna lumbar:
Diafragma
Se relaciona con el diafragma a través tanto de la fascia del psoas como del ligamento arqueado medial, que es la inserción lumbar del diafragma y a su vez el engrosamiento del músculo psoas mayor. Estos dos músculos juntos tienen un papel muy importante en la estabilización de la columna lumbar así como en la organización de las vísceras abdominales. [2,5]
Cuadrado lumbar
El psoas comparte pared abdominal posterior con el cuadrado lumbar. Este músculo participa en la estabilización de la columna lumbar en la bipedestación y respiración, en la inclinación del tronco y la extensión de la espal a nivel lumbar. Cuando se produce una disfunción en el psoas, se pide a la cadena cruzada opuesta (cuadrado lumbar, oblicuo menor y serrato caudal) que actúe para frenar estos movimientos parasitarios.[2, 4]
Imagen2: Unión Diafragma, Cuadrado Lumbar y Psoas.
Dorsal Ancho contralateral
El psoas, junto con el dorsal ancho contralateral, actúan de manera complementaria. A nivel de las cinturas, provocan el balanceo opuesto de brazos y piernas asegurando el reparto del peso durante la marcha y, a nivel de la columna lumbar, estabilizan la espalda para evitar la sobrecarga mecánica. Es decir, son sinergistas y actúan de manera simultánea para evitar movimientos secundarios no deseados. [4]
Musculatura de la cadera: agonistas y antagonistas del psoas
Agonistas: la musculatura flexora de la cadera. Tienen función complementaria al psoas y estos son: Tensor Fascia Lata, Recto Femoral y Aductores (Pectíneo principalmente).
Antagonistas: realizan la función opuesta al psoas en la cadera. Principalmente el Glúteo Mayor.
Estos músculos pueden verse tanto inhibidos por una sobrecarga del psoas como sobrecargados por una inhibición del psoas. La relación puede ser bilateral, es decir debido a la disfunción del psoas se produce una disfunción de la musculatura de la cadera o debido a la disfunción de los músculos de la cadera se produce una alteración en la función del psoas.[3,4]
Músculo psoas y dolor de espalda: ¿cuándo se produce el dolor?
El dolor que suele producir el psoas por lo general se localiza de forma longitudinal en la columna lumbar y/o en la parte anterior del muslo. Esto tiene sentido dado el recorrido del psoas. Además podremos encontrar puntos gatillo profundos tanto en su origen como su inserción.
Imagen 4: zonas de dolor referido y puntos gatillo del psoasiliaco
Sedestación prolongada
La sedestación prolongada, sobretodo si adoptamos una postura de anteriorización de cabeza, como puede verse habitualmente en trabajadores de oficina frente al ordenador o en ciclistas, provoca un acortamiento del psoas. Esta postura facilita la contracción prolongada del psoas dando lugar a una anteversión de la pelvis-hiperlordosis lumbar y una disminución del espacio entre vertebras. Además, de esta manera los músculos erectores de la columna sufren mayor tensión muscular. [5]
Movimientos de flexión repetitivos
Se ha visto en estudios hechos a futbolistas como la acción repetitiva de flexión en la pierna de golpeo provoca un psoas con mayor vientre muscular que el psoas de la pierna de apoyo. Esto indica que hay una descompensación muscular y por ello el psoas del lado de la pierna de golpeo puede verse hipertónico y provocar inclinaciones y rotaciones a nivel de las vertebras lumbares, dando como sintomatología asociada al dolor lumbar.
Además en otros deportes que solicitan una sobreactivación del psoas con su consiguiente acortamiento, tanto por flexión de cadera como flexión de tronco, como el kárate o la danza, también puede verse dolores lumbares asociados. [2,3,6]
Debilidad del psoas
Cuando el músculo psoas se encuentra débil o inhibido se provoca una contracción de los músculos flexores de cadera para suplir la función del psoas en las actividades que requieren de éste músculo, provocando un sobre-trabajo/esfuerzo de los flexores que no están preparados para tanta carga, y por consiguiente se encuentran dolorosos y/o irritados.
Otra forma de debilidad muscular y dolor lumbar la podemos ver en personas mayores que pasan largos periodos de tiempo sentados con cifosis torácica y retroversión de la pelvis, la capacidad de contracción del psoas va perdiéndose y provoca contracturas a nivel del cuadrado lumbar por la rigidez en la zona y la pérdida de dinamismo de la zona lumbar. [1, 5]
Coxoartrosis
La artrosis de cadera está asociada a una contractura del psoas de manera antiálgica, es decir, el psoas se contractura para reducir el juego articular de la cadera y así producir menos dolor en la articulación. Se puede ver una postura en flexión e inclinación homolateral y rotación contralateral de los cuerpos de las vértebras. [4]
Dolor lumbar e inguinal durante el embarazo
Durante el embarazo, es frecuente que se produzca un espasmo del psoas y esto provoque dolor lumbar y dolor referido en la parte delantera del muslo hacia la ingle. Esto es debido a que los cambios anatómicos en las embarazadas provocan un sobre estiramiento de la musculatura abdominal y una presión adicional en la musculatura a nivel vertebral lumbar. [7]
Conclusión
Como se ha podido ver, el dolor de espalda asociado a la columna lumbar tiene mucha conexión con el músculo psoas. A través de una valoración pertinente y un tratamiento bien enfocado (no olvidar tratar tanto el músculo como las diferentes estructuras involucradas como las vértebras) se pueden prevenir, aliviar y paliar muchas afecciones lumbares. Además, durante las diferentes técnicas empleadas en el tratamiento (estiramiento, técnicas miofasciales, potenciación muscular?) se deberá tener en cuenta la correcta respiración del paciente debido a la íntima relación entre psoas - diafragma - estabilidad lumbar.
Bibliografía
1 Sajko S, Stuber K. Psoas Major: a case report and review of its anatomy, biomechanics, and clinical implications. J Can Chiropr Assoc: 2009 Dec; 53 (4): 311.8.
2 Moore KL, Agur AMR. Fundamentos de anatomía con orientación clínica. 2ª ed. Buenos Aires: Médica Panamericana. 2003.>
3 Kapandji AI. Fisiología Articular. Tomo II. 6ª ed. Madrid: Médica Panamericana. 2010.>
4 Busquet L. Las cadenas musculares. Tomo I. 8ª ed. Badalona: Paidotribo; 2006. p 75-81.
5 Travell JG, Simons DG. Dolor y disfunción miofascial: el manual de los puntos gatillo. vol.II. Buenos Aires: Médica Panamericana. p 115-134.
6 Steinberg N, Siev-Ner I, Peleg S, Dar G, Alperovitch-Najenson D, Masharawi Y, et al. Injuries in Female Dancers Aged 8 to 16 Years. Journal of Athletic Training. 2013; 48 (1): 118?123.
7 Pilate P. Osteopatía. madrid: la esfera de los libros. 2013. p 138- 142.