La fractura es una pérdida de la continuidad ósea que involucra los diversos tejidos que se encuentran en la periferia del hueso y se puede producir por mecanismos de alto impacto o por una disminución de la densidad mineral ósea en el tejido blando.
En el año 2017 la revista GMS Interdisciplinary Plastic and Reconstructive Surgery DGPW publica un estudio titulado Influence of extracorporeal shock wave therapy (ESWT) on bone turnover markers in organisms with normal and low bone mineral density during fracture healing: a randomized clinical trial, el cual fue desarrollado durante un período de 2 años con la finalidad de que sea empleado en el área de rehabilitación y que provea un sustento al tratamiento basado en evidencia.
En este estudio se incluyeron personas con densidades óseas normales y bajas, con el fin de estudiar la influencia de las ondas de choque extracorpóreas (ESWT) en los marcadores bioquímicos de recambio óseo después de una fractura. De los 49 pacientes participantes 24 habían sido diagnosticados con una densidad ósea menor a la normal, por lo que se consideró importante analizar cuál sería el resultado de estos marcadores después del tratamiento.
¿Qué sucede en las alteraciones de la densidad ósea?
Dentro de los cambios en la densidad ósea se ha afirmado que son secundarios a alteraciones en el balance entre la resorción y formación ósea, mecanismos generalmente ajustados en el trayecto de la vida. En la infancia y la adolescencia existe una elevada resorción ósea, pero con una síntesis de hueso todavía mayor, con el resultado de un aumento de la masa esquelética. Esta situación anabólica llega al pico máximo de masa ósea aproximadamente en la tercera década, donde, habitualmente, la resorción del hueso supera la formación, con disminución progresiva de masa ósea.
Los mecanismos patogénicos que se han implicado en el desarrollo de una disminución de la densidad ósea son:
- Fallo en la adquisición de un concentrado de masa ósea recomendable, en parte establecido genéticamente, sobre el que se involucran diversos factores ambientales: estilo de vida, dieta, actividad física, etc. durante la etapa de crecimiento esquelético.
- Aumento en la resorción ósea. Factor implicado en la mayoría de personas con osteoporosis; con una regulación compleja, como se demostrara más adelante, en la que influyen citoquinas de síntesis local, aspectos hormonales típicos de la edad (déficit de estrógenos, hiperparatiroidismo secundario, etc), cambios en la respuesta al ejercicio, etc.
- Acumulación ósea inoportuna o resorción prolongada que no admite la síntesis de hueso, al perderse parte de los factores en la que se mantiene, también por variación del equilibrio osteoblástico, por mecanismos sistémicos o locales.
Metodología del estudio
En un periodo de dos años 49 pacientes con fractura metafisiaria del radio distal o del húmero proximal, que requirieron una osteosíntesis quirúrgica, fueron sometidos a una aplicación de ondas de choque extracorpórea posterior a la cirugía.
Los criterios de exclusión de este estudio fueron:
- tratamiento farmacológico de la osteoporosis
- fracturas tratadas de forma conservadora
- fracturas patológicas, a excepción de las fracturas osteoporóticas
- malignidad o enfermedades sistémicas con afectación ósea
- inmovilización o confinamiento prolongado en cama
- tratamiento protésico en curso
- incumplimiento del paciente
Para medir la densidad mineral ósea (DMO) se utilizó la absorciometría dual de rayos X basado en la versión de software II.X Encore TM. Esta medición se realizó una semana después de la cirugía y después de un año, todos los pacientes fueron examinados por un protocolo estandarizado de medición de la densidad mineral ósea.
¿Cuál fue el abordaje terapéutico aplicado?
De los 49 pacientes participantes 25 pacientes presentaban una fractura metafisiaria del radio distal y los 24 restantes presentaban una fractura proximal del húmero. Estos pacientes fueron elegidos de forma aleatoria dentro de su grupo de fractura para recibir o no el tratamiento con ondas de choque. Los pacientes recibieron una aplicación de ondas de choque extracorpórea (ESWT) con una densidad de flujo de energía de 0.55 mJ / mm² en 3000 disparos en la zona de la fractura.
Los marcadores de resorción o recambio óseo tales como fosfatasa alcalina ósea (BAP), factor de crecimiento transformante beta 1 (TGF-beta 1), c-telopéptido de colágeno tipo I (CTX-?), banda de suero de 5 fosfato ácida resistente al tartrato (TRAP5b) fueron medidos antes de la cirugía y después de la intervención durante las semanas 1, 4, 8 y 52. Durante la consolidación de ósea estos marcadores son un método de diagnóstico que permite reconocer los procesos en curso y brinda la oportunidad de determinar dónde no se está llevando a cabo de forma eficiente.
Durante el tiempo de seguimiento los niveles séricos de marcadores de recambio óseo, al igual que la vitamina D3 y la hormona paratiroidea no presentaron cambios significativos pero la aplicación de ESWT aumentó los niveles séricos en los pacientes que presentaban menor densidad ósea, aumentándolos hasta los valores de un organismo sano.
También se ha encontrado un volumen cortical mejorado y una mayor conectividad trabecular mejoran la biomecánica del hueso y se han detectado fibroblastos y osteoblastos después de la aplicación de ESWT.
Conclusiones
La terapia de ondas de choque extracorpóreas como una opción de tratamiento para la consolidación de las fracturas en personas con densidad mineral ósea baja puede conducir a un aumento en la tasa de marcadores de recambio óseo a niveles normales. Además, las ondas de choque tienen un impacto en el proceso de curación en el hueso de personas con una densidad normal, además de mejorar el metabolismo óseo durante los procesos de curación de fracturas.
Es por esta razón que la aplicación de ESWT en fracturas parece ser una buena alternativa terapéutica para favorecer los procesos fisiológicos de consolidación ósea.
Referencias Bibliográficas
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