El envejecimiento inminente de la población mundial ha provocado que la Fisioterapia Geriátrica se encuentre en auge. El aumento de la esperanza de vida, ligada a los avances en medicina y cuidados de la salud, han provocado el desbordamiento de los servicios sanitarios, especialmente, el del servicio de Fisioterapia. Todos estos factores, unidos al de la situación económica actual, hacen necesaria y en muchos casos, imprescindible, la figura del cuidador no profesional.
La OMS define la Geriatría como ?la rama de la medicina que estudia la patología clínica, tratamiento y reintegración del mayor, en todos los procesos de enfermedad o ausencia de ella, donde las alteraciones debidas a la edad contribuyan de manera decisiva en su desarrollo?. Aplicamos dicha definición en Fisioterapia para el tratamiento de nuestros mayores.
Para poder realizar un tratamiento efectivo y eficaz en Fisioterapia Geriátrica, debemos recordar antes los cambios más importantes que se producen durante el proceso de envejecimiento. Desde el punto de vista de la Fisioterapia, he seleccionado los más importantes que, considero, pueden intervenir en el tratamiento con el paciente anciano (1):
Cambios en los órganos sensoriales
?En todos los sentidos, en general, disminuyendo la sutileza de cada uno de ellos. La pérdida de visión, junto con la de la audición y de la fuerza muscular, supondrán las mayores dificultades para trabajar con dichos pacientes.
De forma general, debemos considerar una serie de pautas durante el tratamiento:
- Vocalizar correctamente
- Hablarles de frente, mirándoles a la cara
- No gestualizar exageradamente
- Comprobar la comprensión del mensaje
- Mirar a los ojos
- Usar frases cortas y claras
- No gritar?
Cambios en el aparato cardiovascular?
El corazón en el anciano presenta síntomas de debilitamiento, encontrando trastornos en sus diferentes partes, específicamente en el miocardio, pericardio y endocardio. En cuanto al ritmo cardíaco, se producen cambios de frecuencia y gasto cardíaco, que trae como principales efectos:
- Disminución del gasto cardíaco
- Disminución del volumen/ latido en carga máxima
- Disminución en el consumo de oxígeno, motivados por el sedentarismo en general?
Es por todos estos factores que durante el tratamiento rehabilitador deberemos considerar la falta de adaptación ante esfuerzos intensos, controlando en todo momento las cargas, así como tener principal atención a la respiración de los pacientes, ya que estos presentan una recuperación más lenta del ritmo cardíaco tras el esfuerzo.
Cambios en el sistema nervioso
El más importante, aunque aún con interrogantes entre los investigadores. Los estudios parecen coincidir en la disminución en peso y volumen del cerebro de hasta un 10%, en comparación con otras etapas de la vida. Se producen cambios en otras estructuras cerebrales tales como:
- Engrosamiento y fibrosis en las meninges
- Destrucción y pérdida neuronal
- Demencias y aparición de enfermedades tales como Parkinson y Alzheimer?
Todos estos factores afectarán durante el tratamiento mayormente a la coordinación, así como a la respuesta de ejecución de movimientos, en general.
Trastornos afectivos en la vejez
La sociedad occidental actual, en general, por su ritmo de vida, tiende a marginar a los ancianos, y es por ello por lo que gran parte de estos sufren trastornos afectivos, llegando a padecer estados depresivos e incluso al suicidio. En áreas rurales, por ejemplo, este concepto del anciano como ?estorbo? se invierte, considerándolos fuente de sabiduría y consejo, así como en algunas culturas orientales.
El fin de la rehabilitación en ancianos es preservar o restablecer su estado de salud en todas las áreas afectadas, insistiendo en el aparato locomotor y en la coordinación de movimientos, con el fin de que puedan lograr la mayor independencia posible.
Finalmente, considero que, como Fisioterapeutas, debemos tener siempre presentes este último punto y considerarlo como uno de los más importantes a la hora de trabajar con los pacientes. Es fundamental no perder la paciencia. Nos encontramos ante personas que están en la última etapa de sus vidas, muchas de ellas vienen obligadas a rehabilitación y en el peor de los casos, con claros signos de abandono.
Ante todo, debemos ser respetuosos, entenderlos, e intentar que durante su tratamiento, se sientan, como mínimo, respetados. Puede que algunos de nosotros lleguemos a esa edad y todos querríamos que se nos tratara con dignidad y respeto. En nuestras manos está.
El cuidador no profesional
El síndrome del cuidador se presenta como una respuesta inadecuada a un estrés emocional crónico, cuyos rasgos principales son el agotamiento físico y/o psicológico en personas que se desempeñan como encargados principales de personas dependientes.
?Para el año 2050, más del 30% de la población norteamericana se considerará de la tercera edad, en Sudamérica esa proporción será del 25%?(2).
La figura del cuidador no profesional cobra fuerza en el marco socio ? económico actual. Familias, muchas de ellas sin recursos, se ven obligadas a cuidar a sus familiares más longevos, muchos de ellos con enfermedades neurológicas tan importantes como el Alzheimer o el Parkinson.
El papel de cuidador se le ha otorgado principalmente a la mujer en España, siendo éstas sobre las que recaen mayoritariamente todos los cuidados. El hecho de que sean personas no preparadas para realizar dichos cuidados, hace que padezcan múltiples patologías del raquis, principalmente dolor de espalda.
En España, la prevalencia de dolor de espalda se sitúa entre el 54% y el 78%(3). Comparándolos con la población cuidadora, se evidencia que su presencia tiene niveles superiores a la población en general, siendo proporcional al índice de dependencia de la persona cuidada (4).
Prevalece el dolor en la zona lumbar, según la American Physical Therapy Association (5,6). En un estudio realizado en España en 2016 (4), se obtuvo como resultados un grupo de cuidadores no profesionales, mayoritariamente femenino, con una elevada prevalencia de dolor de espalda, obligándoles a tomar medicación y limitándolas en sus actividades de la vida diaria.
Conclusiones
Nos encontramos ante un panorama alarmante en cuanto a la saturación de los servicios sanitarios y a la gran demanda de pacientes que precisan rehabilitación. Animo a todos los futuros estudiantes de Fisioterapia o incluso a los propios compañeros a que se interesen más por la Fisioterapia Geriátrica, puesto que no es una rama muy popular entre las que hay, pero en mi opinión, la más necesaria.
Especial agradecimientos a mis abuelos, que aparecen en las fotos de este artículo, por cuidar de mí cuando era pequeño, ahora soy yo el que les devuelve el favor.
Referencias bibliográficas
1. Cobo Domingo, Juan Carlos, Atención en geriatría y gerontología, Formación Continuada Logoss. SL.
2. Ducharme MD CM, James, FRCP, Cómo prepararse para la avalancha geriátrica que se viene, un cambio de paradigma en la unidad de urgencia (traducción), ICUE 2016;(3).
3. Bassols A, Baños JE. La epidemiología del dolor en España. Revista Clínica Electrónica en Atención Primaria, 10 sept 2006.
4. Ortiz Mallasen, Victor, Trullenque Vicario, Juana, Claramonte Gual, Eloy, Dolor de espalda en cuidadores no profesionales de personas adultas dependientes: estudio descriptivo.
5. Ortiz V, Ibáñez MV, Claramonte E. Impacto del cuidado no profesional: incapacidad por dolor de espalda en las personas cuidadoras. FisioGlía. 2016; 3(2), 27-34.
6. Roca M, Úbeda I, Fuentesalz C, López R, Pont A, García L, Pedreny R. Impacto del hecho de cuidar en la salud de los cuidadores familiares. Atención Primaria. 2000;26(4), 217-223.