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Relación entre dismenorrea y síndrome de dolor miofascial: perspectiva desde la fisioterapia

Ultima edición: Abril 24, 2025, 03:40 Hrs

La dismenorrea es una de las condiciones ginecológicas más comunes en mujeres en edad fértil, caracterizada por dolor pélvico de tipo cólico que coincide con el ciclo menstrual. Aunque su origen se ha vinculado tradicionalmente a procesos hormonales y uterinos, emergen cada vez más evidencias que apuntan a una relación estrecha entre la dismenorrea y el síndrome de dolor miofascial (SDM), especialmente desde una perspectiva musculoesquelética.

Este artículo explora dicha relación desde la fisioterapia, proponiendo un abordaje integral para el tratamiento de mujeres que presentan dolor menstrual asociado a disfunciones musculares.

¿Qué es el síndrome de dolor miofascial?

El síndrome de dolor miofascial es un trastorno musculoesquelético caracterizado por la presencia de puntos gatillo miofasciales (PGM) en los músculos, que pueden referir dolor a otras zonas corporales. Estos puntos se localizan como bandas tensas palpables dentro del músculo y pueden ser responsables de dolores crónicos mal diagnosticados.

Desde el punto de vista fisioterapéutico, su tratamiento incluye técnicas como la punción seca, liberación miofascial, terapia manual y reeducación postural.

Dismenorrea: más allá de la alteración ginecológica

La dismenorrea primaria ha sido asociada principalmente con el aumento de prostaglandinas que provocan contracciones uterinas excesivas. Sin embargo, múltiples estudios han identificado una hipersensibilización del sistema nervioso central y una disfunción en los músculos del suelo pélvico y región lumbopélvica como factores contribuyentes al dolor.

En este contexto, se ha observado que muchas mujeres con dismenorrea presentan PGM activos en músculos como el obturador interno, elevador del ano, piriforme y cuadrado lumbar, generando un cuadro de dolor que trasciende el sistema reproductor.

Relación fisiopatológica entre dismenorrea y dolor miofascial

1. Dolor referido y patrones miofasciales

Los PGM ubicados en el suelo pélvico o la musculatura abdominal baja pueden provocar dolor referido hacia la región suprapúbica, vaginal, perineal e incluso rectal. Esta sintomatología puede coincidir con el ciclo menstrual, generando una confusión diagnóstica con la dismenorrea primaria.

2. Hipertonía muscular inducida por el dolor crónico

El dolor menstrual crónico genera una respuesta refleja de hipertonía muscular. Esta contracción mantenida puede perpetuar el dolor y favorecer la aparición de PGM, generando un círculo vicioso entre dismenorrea y SDM.

3. Alteraciones posturales y biomecánicas

El dolor recurrente durante la menstruación lleva a adaptaciones posturales defensivas que aumentan la carga sobre musculatura como el iliopsoas o el transverso del abdomen, generando disfunción miofascial.

Evidencia científica del vínculo entre dismenorrea y SDM

Un estudio de López-López et al. publicado en Fisioterapia en 2020 mostró una alta prevalencia de PGM en mujeres con dismenorrea, destacando una relación significativa entre la severidad del dolor menstrual y la presencia de disfunción miofascial. Los autores recomiendan la valoración musculoesquelética en estas pacientes y el abordaje interdisciplinar del dolor【1】.

Estos hallazgos refuerzan el papel de la fisioterapia en la evaluación y tratamiento del dolor pélvico crónico relacionado con el ciclo menstrual.

Intervenciones fisioterapéuticas en el abordaje del dolor miofascial y dismenorrea

1. Punción seca de puntos gatillo

Una de las técnicas más utilizadas para el tratamiento de PGM es la punción seca profunda. Esta técnica ha demostrado efectividad en la reducción del dolor referido y mejora del rango de movimiento.

2. Terapia manual y liberación miofascial

La liberación de tejidos blandos y la terapia manual del suelo pélvico favorecen la normalización del tono muscular, mejoran la vascularización y reducen la percepción del dolor.

3. Ejercicio terapéutico y reeducación postural

El trabajo activo mediante ejercicios de estabilización lumbopélvica, control motor y estiramientos específicos mejora la funcionalidad de los músculos implicados y reduce la recurrencia de PGM.

4. Técnicas de relajación y control del estrés

El uso de intervenciones psiconeuroinmunológicas, como el mindfulness o la respiración diafragmática, contribuye a disminuir la hipervigilancia del dolor y mejora la percepción del mismo durante el ciclo menstrual.

Rol de la fisioterapia en el diagnóstico diferencial

La fisioterapia tiene un papel clave en el diagnóstico diferencial entre dismenorrea primaria y disfunción miofascial, ya que mediante la palpación clínica y el análisis biomecánico, se puede identificar si el origen del dolor está asociado a un patrón muscular o visceral.

Además, los fisioterapeutas especializados pueden trabajar de forma interdisciplinar con ginecólogos para proponer planes de tratamiento integrales y no farmacológicos.

Formación recomendada en FisioCampus

Para los fisioterapeutas interesados en profundizar en el abordaje del dolor pélvico crónico y el síndrome de dolor miofascial, FisioCampus ofrece una formación que proporciona herramientas diagnósticas y terapéuticas clave para el tratamiento eficaz de dismenorrea asociada a disfunciones musculares.

Conclusión

Existe una relación directa entre la dismenorrea y el síndrome de dolor miofascial, lo que plantea una nueva perspectiva en el abordaje fisioterapéutico del dolor menstrual. La evaluación de los PGM, el tratamiento manual, la educación y el ejercicio terapéutico constituyen pilares fundamentales para mejorar la calidad de vida de estas mujeres. Incluir la fisioterapia en el tratamiento multidisciplinar de la dismenorrea puede reducir el dolor, minimizar la dependencia farmacológica y prevenir la cronificación del cuadro clínico.

Bibliografía

  1. López-López D, Varela-Rodríguez C, González-Villar A, Martínez-Montesinos I, Rodríguez-Blanco C. Relación entre dismenorrea y síndrome de dolor miofascial: perspectiva desde la fisioterapia. Fisioterapia [Internet]. 2020 [citado 7 de abril de 2025];42(6):295-303. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0211563820300821
  2. Simons DG, Travell JG, Simons LS. Dolor y disfunción miofascial: el manual de los puntos gatillo. Vol. 1. 2ª ed. Madrid: Médica Panamericana; 2005.
  3. Montenegro ML, Mateus-Vasconcelos EL, Rosa e Silva JC, Candido dos Reis FJ, Nogueira AA, Poli-Neto OB. Pain symptoms in women with chronic pelvic pain: a comparative study. Clinics (Sao Paulo). 2011;66(1):113-118.
Autor: Administrador

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