La lumbalgia gestacional es una de las molestias musculoesqueléticas más prevalentes durante el embarazo, con una incidencia que oscila entre el 50% y el 70% en mujeres embarazadas. Se relaciona con los cambios biomecánicos, hormonales y posturales que ocurren en la gestación. Entre los abordajes fisioterapéuticos más efectivos para esta condición destacan los ejercicios de estabilización del core, los cuales permiten mejorar el control postural, reducir el dolor y prevenir disfunciones a largo plazo.
Este artículo analiza los beneficios de dichos ejercicios en el tratamiento de la lumbalgia en mujeres gestantes, a partir del estudio realizado por Jiménez Cedeño y López Salazar, publicado en MediSur UTA【1】.
Estos cambios favorecen la aparición de dolor lumbar mecánico, sobrecarga lumbopélvica e inestabilidad postural, afectando el descanso, la movilidad y la calidad de vida de la gestante.
El core se define como el conjunto de músculos que rodean y estabilizan el tronco, incluyendo:
Estos músculos trabajan de manera sinérgica para mantener la estabilidad del tronco, proteger la columna lumbar y permitir una transmisión eficiente de cargas entre extremidades y pelvis.
Durante el embarazo, el entrenamiento de estabilización del core se vuelve esencial para compensar la pérdida de control postural y minimizar el dolor lumbopélvico.
Los ejercicios de estabilización lumbar buscan reentrenar el control motor profundo, mejorar la coactivación muscular y optimizar la postura. Entre los más utilizados en gestantes se incluyen:
1. Activación del transverso del abdomen: se enseña a la paciente a realizar una contracción suave y sostenida del transverso en posición supina o de pie, manteniendo la respiración. Es el primer paso del reentrenamiento del core.
2. Ejercicios en cuatro apoyos (bird dog modificado): con una rodilla y mano apoyadas, se extiende el brazo o la pierna contralateral, manteniendo la pelvis estable. Mejora la coordinación lumbopélvica.
3. Puente de glúteos: desde decúbito supino, se eleva la pelvis activando glúteos y transverso abdominal. Se adapta en función del trimestre de gestación.
4. Trabajo en fitball: ejercicios de balanceo, circunducción o movilización pélvica sobre pelota suiza estimulan la propiocepción y activan el core sin carga axial.
5. Respiración diafragmática y perineal: el entrenamiento de la respiración coordinada con la activación del suelo pélvico favorece el trabajo sinérgico del core profundo.
En la investigación realizada por Jiménez Cedeño y López Salazar con gestantes con diagnóstico de lumbalgia, se implementó un protocolo de ejercicios de estabilización del core durante 5 semanas (3 sesiones semanales), obteniendo los siguientes resultados:
Los autores concluyen que los ejercicios de core son una estrategia efectiva, segura y altamente recomendable en mujeres embarazadas con dolor lumbar【1】.
Para fisioterapeutas que deseen especializarse en la atención a mujeres embarazadas con lumbalgia, FisioCampus ofrece un curso de Ejercicio terapéutico y estabilización lumbopélvica que puede ser aplicado durante el embarazo, donde se abordan fundamentos clínicos, planificación de sesiones y protocolos basados en la evidencia actual.
Los ejercicios de estabilización del core representan una intervención fisioterapéutica eficaz en el tratamiento de la lumbalgia durante el embarazo. Al fortalecer la musculatura profunda, mejorar la postura y aumentar el control motor, permiten reducir el dolor, mejorar la movilidad y optimizar la funcionalidad de las madres gestantes. Su inclusión dentro del abordaje perinatal debe ser considerada una prioridad en la fisioterapia obstétrica, siempre bajo supervisión profesional y con la personalización adecuada al trimestre y condición clínica.