La ecografía musculoesquelética ha emergido como una herramienta diagnóstica de gran valor en la evaluación de diversas patologías de la rodilla, complementando e incluso, en ciertos casos, superando a la resonancia magnética (RM) en términos de accesibilidad, costo y capacidad para realizar exploraciones dinámicas. Este artículo explora el papel de la ecografía en la evaluación de las lesiones de rodilla, sus ventajas, limitaciones y aplicaciones clínicas más relevantes.
La rodilla es una articulación compleja que puede verse afectada por múltiples patologías que involucran estructuras como tendones, ligamentos, bursas y músculos. La ecografía musculoesquelética permite una visualización en tiempo real de estas estructuras, facilitando el diagnóstico y la planificación terapéutica.
Según Pérez-Templado et al., la ecografía es especialmente útil en la evaluación de lesiones deportivas, enfermedades reumatológicas y en la caracterización inicial de masas periarticulares. Aunque la RM es superior en la evaluación de estructuras óseas y cartilaginosas, la ecografía ofrece ventajas significativas en la evaluación de tejidos blandos superficiales y permite una exploración comparativa con el lado contralateral【1】.
1. Lesiones tendinosas
La ecografía es eficaz en la evaluación de tendinopatías, especialmente en el tendón rotuliano y el tendón del cuádriceps. Permite identificar engrosamientos, desgarros y calcificaciones. Además, es útil en la evaluación de la tendinopatía de la pata de ganso y del tendón poplíteo.
2. Patología ligamentosa
Aunque la RM es el estándar para la evaluación de ligamentos intraarticulares como los cruzados, la ecografía es útil para valorar los ligamentos colaterales medial y lateral, detectando desgarros, esguinces y hematomas asociados.
3. Bursitis
La ecografía facilita la identificación de bursitis en la rodilla, como la bursitis prerrotuliana, infrarrotuliana y de la pata de ganso, mostrando colecciones anecoicas o hipoecoicas con o sin septos internos.
4. Derrames articulares y sinovitis
Es una herramienta sensible para detectar derrames articulares y engrosamiento sinovial, siendo útil en el seguimiento de enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide.
5. Quiste de Baker
Permite la identificación y caracterización de quistes poplíteos, evaluando su tamaño, contenido y posibles complicaciones como rupturas.
6. Lesiones meniscales periféricas
Aunque limitada en la evaluación de meniscos, la ecografía puede detectar quistes meniscales y desgarros periféricos accesibles.
A pesar de sus múltiples ventajas, la ecografía presenta ciertas limitaciones:
Estudios recientes han comparado la efectividad de la ecografía y la RM en la evaluación de patologías de rodilla. Por ejemplo, un estudio publicado en Radiographics destaca que la ecografía es particularmente útil para evaluar lesiones de los tendones del cuádriceps y rotuliano, así como para identificar derrames articulares y bursitis, mientras que la RM sigue siendo superior para evaluar estructuras intraarticulares como meniscos y ligamentos cruzados【2】.
Otro estudio señala que la ecografía es una herramienta fiable y no invasiva para diagnosticar lesiones de tendones, ligamentos y músculos de la rodilla, y puede ser utilizada para guiar procedimientos como aspiraciones e infiltraciones【3】.
La incorporación de la ecografía en la práctica fisioterapéutica permite:
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La ecografía musculoesquelética se ha consolidado como una herramienta diagnóstica valiosa en la evaluación de múltiples patologías de la rodilla, ofreciendo ventajas significativas en términos de accesibilidad, costo y capacidad para realizar exploraciones dinámicas y comparativas. Aunque presenta limitaciones en la evaluación de estructuras intraarticulares profundas, su papel en la evaluación de tejidos blandos superficiales y en la guía de procedimientos intervencionistas es indiscutible. La integración de la ecografía en la práctica fisioterapéutica permite una evaluación más precisa y un abordaje terapéutico más efectivo de las lesiones de rodilla.