Cuando de escalada hablamos, ¿realmente existe diferencia entre realizar un entrenamiento especializado y dirigido a comparación de únicamente considerar que la práctica del deporte per se, sin necesidad de entrenar, es suficiente para desempeñarse al máximo de la capacidad física?
La escalada, como deporte, está creciendo de forma exponencial en estos años. Tal es su variedad de disciplinas que cada una de ellas resalta enormemente, ya sea por su diferente grado de dificultad técnica, física y mental. Los movimientos dentro de este deporte deben ser metódicos pero enérgicos, se requiere de una enorme e indubitable coordinación y habilidad física; Tanto es así, que la escalada será incluida en los juegos olímpicos en Tokio 2020, resaltando el ya expresado valor competitivo de este deporte.
Empero, el mal manejo de la técnica, un deficiente (o nulo) plan de entrenamiento y las lesiones que de esto pueden derivar, pueden poner en riesgo la vida competitiva de la persona que practique la escalada, tanto a nivel amateur como profesionalmente. Con respecto a ello, se plantean diversas hipótesis: si es que la práctica misma del deporte remplaza el entrenamiento, cuál es el rol del fisioterapeuta en el entrenamiento, es verdad que el entrenamiento consume tiempo que podría invertirse de ?mejor forma? o, como lo justificamos en este artículo, la meta se encuentra en saber equilibrar los beneficios de entrenamiento y, que este mismo, es esencial para el desempeño del escalador, debido a que incrementa significativamente la capacidad de desarrollar el índice de fuerza y la fuerza máxima tanto en flexores profundos de los dedos como en flexores superficiales de los dedos en técnicas básicas como pinza en pendiente, media y completa.
En este artículo te presentamos un estudio realizado por Levernier y Lafayye en el 2017 donde se analiza la capacidad que puede tener un plan de tratamiento específico para mano de mejorar el desarrollo y la potenciación de la fuerza máxima en escaladores.
El rol de la fisioterapia en la escalada
Probablemente, para muchos deportistas amateur, el entrenamiento no es necesariamente imprescindible. No obstante, desde la perspectiva de un fisioterapeuta, pulir las habilidades físicas de una persona a temprana edad lleva consigo beneficios que se verán reflejados a largo plazo. Sin embargo, si nos encontramos frente a un deportista profesional de élite que lleva años escalando ¿No hay áreas específicas de su desempeño deportivo en las que podamos beneficiar? ¿El hecho de ser un deportista profesional significa que no requiere de una retroalimentación técnica brindada por un profesional del movimiento? Dicho sea de paso, el deportista, por más años que lleve practicando, siempre se puede encontrar susceptible o, cuando menos, vulnerable a las limitaciones que puedan resultar de un carente sistema de entrenamiento o, en el peor de los casos, la falta de un profesional que guíe ese entrenamiento.
Los autores de este studio abordan el tema de entrenamiento vs práctica de una manera magistral. Su aportación pretendía medir el impacto de un entrenamiento específico de cuatro semanas directamente enfocado en una técnica de escalada llamada ?Finger Grip?, o en su traducción ?de presa? o ?pinza ?(Fig.1); sobre la fuerza máxima y el desarrollo del índice de fuerza (DIF) en contracción isométrica de la musculatura flexora de dedos, arrojando resultados bastante interesantes que serán discutidos más adelante. Los participantes del estudio fueron catorce hombres de origen francés que participan en competencias de bouldering tanto a nivel nacional como internacional.
Fig.1. Finger Grip (Green, 2017).
El estudio consistió en comparar la fuerza máxima y la TDF de dos grupos. El grupo experimental realizó un entrenamiento de cuatro semanas enfocado en ejercicios como, por ejemplo, suspensiones en presa al menos 3 veces a la semana. El grupo control únicamente desempeñó el deporte de escalada durante el mismo periodo. Para tener un índice que pudiese ser utilizado para relacionar ambos resultados de la fuerza máxima y la DIF de los dos grupos y luego confrontarlos, se recurrió a un dinamómetro que evaluó tres técnicas de agarre en roca diferentes: Pinza en pendiente, media y completa (Fig. 2)
Fig. 2. Pinza en pendiente, media y completa (Logan, 2016, Exploretranslations, 2017)
Para entrar aún más en contexto, los valores de fuerza promedio, en la sub-disciplina boulder, representan de forma gráfica la importancia que tiene la capacidad de generar de forma óptima fuerza en los dedos en escaladores de élite. Por ejemplo, su fuerza puede oscilar entre 278 ± 18 N a 459 ± 23 N. Es en esta misma relación, donde se resalta también el papel protagonista que poseen los músculos flexores profundos de los dedos y los flexores superficiales de los dedos. Estudios indican que los escaladores de élite poseen un 20% más de fuerza en pinza que los profesionales, y, aún más drástico, los profesionales poseen 62% más de fuerza que los amateurs o novatos. Curiosamente, en la contracción isométrica, se develan rangos de fuerza tanto por parte del escalador de élite con 567 ± 121 N en comparación del amateur con 450 ± 122 N.
No obstante, cuando hablamos de fuerza, es importante comparar las distintas técnicas de ejecución (como pueden ser, por ejemplo, la pinza en pendiente, media y completa) y cómo el escalador por medio de su experiencia enfrenta dichos obstáculos. Para ejemplificar el punto anterior, la fuerza que se ejerce en una pinza completa oscila entre los 439.6 ± 55.5 N, en comparación a la pinza media con 360.8 ± 34.6 48 N y, menos demandante la pinza en pendiente con 350.8 ± 56.0 N.
Es de crucial importancia entender que las variaciones o cambios de fuerza en un determinado tiempo son conocidos como el desarrollo de índice de fuerza. Esta variable es crítica en deportes atléticos de velocidad ya que presentan gestos motores que son ejecutados a una velocidad mucho más corta de la necesaria para activar la fuerza máxima. Por mencionar una situación donde se puede apreciar claramente las marcadas diferencias entre la variable, tenemos a los miembros inferiores, donde la fuerza máxima ocurre a los 250ms a comparación del atletismo con 100 ms, los saltos de longitud (160ms) y saltos de altura (200 ms), lamentablemente, las variables críticas más importantes en el deporte de escalda no han sido estudiadas aún.
Resultados
Ambos grupos, tanto el experimental como el de control presentaban valores antropométricos similares. Los participantes del grupo experimental fueron sometidos a un entrenamiento específico de 4 semanas, mientras que el grupo control escalaba sin ninguna instrucción específica. El entrenamiento tuvo una duración de 4 semanas con 3 entrenamientos por semana con una duración de 45 minutos por sesión. Los ejercicios fueron realizados en una regleta y cada uno duraba aproximadamente de 5 a 10 segundos. En estos ejercicios se solicitaban diferentes tipos de agarre realizando contracciones concéntricas e isométricas en la regleta. Ninguna diferencia entre la masa muscular de los dos grupos fue observada al final del estudio.
Los resultados indican que el grupo experimental podía sostener por un tiempo mayor los diferentes agarres con respecto al grupo control, siendo estos valores de 12.5 ± 79 2.5 s para la pinza completa para el grupo entrenado, 8.6 ± 2.0 s en pinza completa para el grupo de control, 11.4 ± 2.7 s para la pinza en pendiente para el grupo entrenado y 9.2 ± 2.4 para los no entrenados. Lo que claramente demuestra que favorece enormemente la capacidad para sostener las pinzas por periodos de tiempo más largos.
Para la fuerza máxima, en el promedio de los valores finales no se encontró diferencias significativas entre los grupos. Contrariamente, los valores individuales sí revelaban efectos significativos. Para el DIF, en comparación, los valores finales obtenidos del grupo experimental vs el grupo control fueron:
- EXP: 398.87 ± 161.92 N. S-1 vs CONT: 322.89 ± 182.60 N. S-1 para la pinza completa.
- EXP: 423.41 ± 195.93 N. S-1 vs CONT: 377.44 ± 240.65 N. S-1 para la pinza en pendiente.
- EXP: 414.74 ± 138.86 N. S-1 vs CONT: 305.89 ± 125.66 N. S-1 para pinza media.
Conclusión
El estudio de Levernier y Laffaye pretende mostrar el impacto que tiene, en el escalador de élite mundial y su rango de fuerza, un entrenamiento de 4 semanas. Los autores comentan que, en cuanto a la fuerza flexora de los dedos, existió una ganancia significativa del 8% entre el grupo experimental al control. Existió una diferencia de 5.3% a 7.5% entre los test iniciales y finales de pinza larga y media juntos. Es decir, sólo cuatro semanas son suficientes para mejorar el nivel de fuerza máxima en escaladores de élite. Las mejoras de fuerza se verán reflejadas de forma benéfica en la técnica y el desempeño del escalador. La capacidad de realizar de forma óptima el DIF tiene mayores beneficios aún sobre las estructuras musculares y tendinosas.
Por lo tanto, la capacidad de aplicar la fuerza necesaria a ventaja de la situación se refleja en una transferencia de energía entre las pinzas, lo que se deriva en prevención de lesiones, debido a que la correcta distribución de cargas podría dejar de sobrecargar las poleas flexoras, en específico la A2, evitando así una ruptura por sobre uso.
Esto demuestra cómo los resultados fructíferos derivados de la capacidad para generar planes estratégicos que se enfoquen en entrenamientos específicos ideales para aumentar la fuerza y potenciar las capacidades físicas del escalador no sólo se verán evidenciados en la mejora de sus tiempos, de su técnica y de sus gestos motores sino también en la prevención de futuras lesiones. Esto, a su vez, prolongará la vida deportiva del escalador, reduciendo gastos de rehabilitación.
No obstante, el tema de reducir en gastos de rehabilitación no siempre es negativo para el fisioterapeuta, ya que es hora de que los profesionales en fisioterapia comprendan el valor agregado a la profesión que va sujeto al poder participar enérgicamente en la preparación física de los deportistas. El fisioterapeuta debe ser uno de los eslabones más fuertes en el entrenamiento del deportista. Es cuestión de responsabilidades. Si el fisioterapeuta tiene el poder de cambiar la dirección de una potencial lesión y no lo hace, lamentablemente, no tiene derecho, ni si quiera, de ser llamado profesional.
Referencias bibliográficas
- Green M. Half Crimp Grip: Essential Climbing Handhold. ThoughtCo. 2017. Imagen recuperada de: https://www.thoughtco.com/half-crimp-grip-755410
- Levernier G, Laffaye G. Four Weeks of finger grip training increases the rate of force development and the maximal force in elite and world-top ranking climbers (Running head: finger grip training in elite and word-top ranking climbers). Journal of Strength and Conditioning. 2017.
- Logan G. Closed Grips Vs Open Grips in Rock Climbing. Climbing & Hiking. 2016. Imagen recupera de: https://skyaboveus.com/climbing-hiking/Closed-Grips-and-Open-Grips-in-Rock-Climbing.
- Exploretranslations. Tipos de agarre en escalada (español, inglés, alemán). Exploretranslations. 2017. Imagen recupera de: https://exploretranslations.wordpress.com/2017/03/04/tipos-de-agarre-en-escalada-espanol-ingles-aleman/.?
- Laffaye, G, Collin, JM, Levernier, G, and Padulo, J. Upper-limb power test in rock509 climbing. Int J Sports Med 35: 670?675, 2014.