La tendinopatía aquílea es una de las lesiones más frecuentes en atletas y personas físicamente activas, especialmente en corredores, jugadores de deportes de salto y actividades de carga repetitiva del miembro inferior. Esta condición, caracterizada por dolor, engrosamiento y rigidez en el tendón de Aquiles, suele tener una evolución crónica y una alta tasa de recurrencia si no se trata adecuadamente.
Entre las diferentes estrategias terapéuticas disponibles, el ejercicio excéntrico se ha consolidado como la modalidad de intervención con mayor respaldo en la literatura científica para mejorar tanto el dolor como la función tendinosa. Este artículo sintetiza la evidencia sobre el fortalecimiento muscular excéntrico en el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles, tomando como base una revisión sistemática publicada recientemente.
La tendinopatía aquílea resulta de un proceso de degeneración estructural del tendón de Aquiles, producto de microtraumatismos acumulativos que superan la capacidad de regeneración tisular. A diferencia de lo que se creía tradicionalmente, la mayoría de los casos no presentan una inflamación aguda clásica, sino cambios histopatológicos como:
Estos cambios disminuyen la capacidad del tendón para soportar cargas, provocando dolor durante o después del ejercicio, rigidez matutina y pérdida funcional progresiva.
El trabajo muscular excéntrico implica la contracción del músculo mientras se alarga bajo carga. Aplicado al tríceps sural y tendón de Aquiles, este tipo de entrenamiento busca generar un estímulo mecánico controlado que promueva la reorganización de las fibras colágenas y la recuperación funcional del tendón.
Los beneficios terapéuticos de este tipo de ejercicio incluyen:
Estos efectos han sido corroborados por estudios clínicos, que muestran mejoras significativas en indicadores como la escala de dolor (VAS) y el cuestionario VISA-A (Victorian Institute of Sport Assessment – Achilles).
El protocolo más ampliamente validado es el de Alfredson et al., diseñado específicamente para la tendinopatía aquílea insercional y no insercional. Consiste en la ejecución diaria de ejercicios excéntricos de flexión plantar con carga, en dos variantes:
Cada serie incluye 3 repeticiones de 15, dos veces al día, durante al menos 12 semanas. El ejercicio se realiza lentamente, permitiendo molestias leves pero no dolor incapacitante. En fases avanzadas, se incrementa la carga mediante el uso de mochilas con peso.
Estudios posteriores han explorado variaciones del protocolo, incluyendo superficies inclinadas, progresiones de velocidad o integración con entrenamiento pliométrico. Todos coinciden en la necesidad de una progresión individualizada y supervisión profesional.
La revisión sistemática analizada identifica una fuerte evidencia de efectividad clínica del ejercicio excéntrico en pacientes con tendinopatía aquílea, tanto en fase aguda como crónica. Los principales resultados encontrados en los estudios revisados fueron:
Además, el ejercicio excéntrico mostró mejor rendimiento clínico que intervenciones como el ultrasonido terapéutico, crioterapia o masaje transversal profundo, cuando se utilizaban como tratamientos aislados.
A pesar de su eficacia, el ejercicio excéntrico no está exento de limitaciones. En ciertos casos, los pacientes pueden experimentar dolor al inicio del tratamiento, lo cual debe ser manejado mediante educación terapéutica y ajustes en la carga. En lesiones con componente insercional severo, puede requerirse una modificación del ángulo de trabajo o un enfoque más conservador.
Asimismo, no todos los estudios reportan protocolos estandarizados, lo que dificulta la comparación directa entre intervenciones. Sin embargo, la mayoría coinciden en que los efectos positivos del ejercicio excéntrico se maximizan cuando se combinan con una evaluación biomecánica completa y un control adecuado del volumen de entrenamiento.
El fisioterapeuta desempeña un rol fundamental en el éxito del tratamiento mediante ejercicio excéntrico. Su labor incluye:
En muchos casos, la inclusión de otros componentes como terapia manual, vendajes funcionales o ejercicios de estabilidad contribuye a un abordaje más integral y eficaz.
Dada la complejidad del tratamiento de las tendinopatías, se recomienda que el fisioterapeuta mantenga una formación continua en ejercicio terapéutico, control de carga, biomecánica del miembro inferior y razonamiento clínico. Plataformas como FisioCampus ofrecen cursos especializados en:
Estas herramientas formativas permiten al profesional aplicar estrategias seguras y basadas en la evidencia, adaptadas a las necesidades individuales de cada paciente.
El fortalecimiento muscular excéntrico es una herramienta altamente efectiva en el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles, con evidencia sólida que respalda su uso como primera línea de intervención en pacientes activos y deportistas. Su acción sobre la estructura tendinosa, el dolor y la función lo convierte en un pilar fundamental del tratamiento fisioterapéutico. La implementación adecuada, acompañada de seguimiento clínico y control de carga, permite una recuperación completa y duradera, reduciendo el riesgo de recurrencias y facilitando el retorno seguro a la actividad física.