La condromalacia rotuliana, también conocida como condropatía rotuliana, es una de las causas más frecuentes de dolor anterior de rodilla, especialmente en adultos jóvenes y deportistas. Se caracteriza por el reblandecimiento y degeneración del cartílago articular de la cara posterior de la rótula, lo que genera fricción anormal con el surco troclear femoral. La artroscopía de rodilla ha permitido un diagnóstico más preciso de esta condición y su asociación con otras patologías intraarticulares.
Este artículo explora la relación de la condromalacia rotuliana con otras alteraciones estructurales de la rodilla, su diagnóstico artroscópico y el abordaje terapéutico desde la fisioterapia.
La condromalacia rotuliana se define como una degeneración progresiva del cartílago hialino que recubre la superficie articular de la rótula. Esta degeneración puede evolucionar desde un simple reblandecimiento hasta fisuras, fibrilación y exposición del hueso subcondral.
Clasificación según Outerbridge (vía artroscópica):
Este sistema permite una clasificación objetiva que guía las decisiones terapéuticas, y se establece principalmente mediante artroscopía, considerada el estándar diagnóstico de oro.
En el estudio de Cervantes y Mena López, publicado en Ortopedia, se evaluaron artroscópicamente 151 rodillas con sospecha de condromalacia. El hallazgo más relevante fue que el 79% de los casos con condromalacia rotuliana también presentaban lesiones asociadas, siendo las más frecuentes:
Estos resultados confirman que la condromalacia suele coexistir con otras alteraciones intraarticulares, lo que refuerza la importancia de un diagnóstico completo y un abordaje terapéutico global.
La presencia de estas alteraciones biomecánicas predispone a un desgaste progresivo del cartílago rotuliano, sobre todo en actividades como subir escaleras, correr o permanecer en sedestación prolongada.
El síntoma cardinal es el dolor anterior de rodilla, con características mecánicas. Otros signos incluyen:
El tratamiento conservador debe ser la primera elección, especialmente en los grados I a III de Outerbridge, y en pacientes jóvenes y activos.
Objetivos terapéuticos:
En los casos avanzados (grado IV) o con lesiones articulares asociadas, puede indicarse:
La fisioterapia postquirúrgica se centra en:
Dado que la condromalacia rotuliana raramente aparece de forma aislada, el fisioterapeuta debe trabajar en coordinación con:
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La condromalacia rotuliana es una patología frecuente en la clínica musculoesquelética, cuyo diagnóstico mediante artroscopía permite detectar no solo el grado de afectación cartilaginosa, sino también otras lesiones intraarticulares asociadas. Su abordaje fisioterapéutico debe ser multimodal, funcional e individualizado, con énfasis en el control neuromuscular, la corrección biomecánica y la prevención de la progresión degenerativa. El conocimiento actualizado y la integración con otras disciplinas son claves para una recuperación eficaz.