El dolor en la cara posterior de la rodilla puede estar originado por múltiples causas: lesiones meniscal, ligamentosa, tendinosa, articular. En este artículo vamos a describir el quiste de Baker, el cual puede ser sintomático o no pero siempre será consecuencia de alguna otra lesión en la articulación de la rodilla.
Definición
Los quistes de Baker son los quistes sinoviales más frecuentes de la rodilla. Son quistes que se forman por la comunicación entre la cápsula articular posterior de la rodilla y la bursa situada entre los tendones de los músculos gemelo interno y semimembranoso, produciéndose una acumulación anormal de líquido sinovial en esta bursa.
En sí mismo no es patológico. Suelen ser indicativo de otra patología subyacente en la articulación de la rodilla (excepto en el caso de los niños en los cuales puede aparecer espontáneamente).
Causas y síntomas: por qué aparece el quiste detrás de la rodilla y qué indica su presencia
En diferentes estudios el quiste de Baker se ha descrito asociado a artropatías tanto inflamatorias y degenerativas, y en todas ellas el factor etiológico más probable es el derrame articular. También existe una relación directa con las lesiones meniscales incluso sin existir derrame.
Pueden ser asintomáticos o generar dolor sobre todo en los casos en los que existe alguna complicación (descritas más adelante). Los síntomas pueden ser:
- Tumefacción con sensación de masa en el hueco poplíteo
- Dolor en la zona posterior de rodilla y pantorrilla
- Rigidez que empeora con el ejercicio
- Limitación para la flexo-extensión
Si tiene un tamaño suficientemente grande, en ocasiones puede identificarse a simple vista en bipedestación o palpándolo con la rodilla en semiflexión con el paciente en decubito prono. Si hay rotura del quiste, puede haber una inflamación e hinchazón, impotencia funcional y enrojecimiento del miembro inferior que puede llegar a confundir con una tromboflebitis.
Complicaciones del quiste de Baker: ¿qué puede pasar si no se atiende?
La complicación más frecuente es la rotura del mismo quiste (puede ser asintomática hasta en un 80% de los casos), seguida de cuerpos libres intraquísticos (normalmente de origen degenerativo). Estos cuerpos libres se sitúan en el quiste, bien porque se originen en su sinovial asociados a condromatosis sinovial, o bien, porque se desplacen desde la cavidad articular al quiste.
Estadísticamente, los estudios relacionan las complicaciones a roturas meniscales y pacientes mayores.
Diagnóstico del quiste de Baker en las ciencias de la salud
En numerosas ocasiones el hallazgo es casual tras realizar una prueba de imagen buscando otra patología, pero también el diagnóstico puede ser clínico si el tamaño del quiste es considerable o el diagnóstico diferencial así nos lo indica.
Antiguamente la artrografía fue el método diagnóstico más empleado para el diagnóstico, pero dada su sensibilidad tan variable y sus falsos negativos actualmente las pruebas de elección son:
Ecografía
Elegir la ecografía para el estudio de la rodilla en la que se sospecha de un quiste de Baker trae pros y contras:
- Pros: por su sencillez, accesibilidad, y por ser económica y fiable. Además con el uso del doppler-color se consigue un diagnóstico diferencial con la tromboflebitis de la vena poplítea.
- Contras: es una técnica operador-dependienteal que en ocasiones se le pueden escapar quistes menores de 1cm o complicaciones como la rotura.
RMN
Por otro lado tenemos la resonancia magnética nuclear, con sus pros y contras.
- Pros: tienen un alto valor clínico. Son multiplanares . Ofrece información sobre quistes más pequeños y del tejido de alrededor pudiendo clasificar sus posibles complicaciones. También permite evaluar la permeabilidad de los vasos de alrededor para poder realizar un diagnóstico diferencial entre rotura y tromboflebitis.
- Contras: más cara, menos accesible
Tratamiento en fisioterapia para el Quiste de Baker
No existe un tratamiento de base, a no ser que el tamaño sea tan grande y doloroso que requiera una extirpación quirúrgica. De otra manera, el tratamiento debe enfocarse a la lesión subyacente, bien sea una lesión meniscal, artrosis,...etc
No obstante, puede realizarse un tratamiento conservador para disminuir la inflamación y así aliviar los síntomas: hielo, kinesiotaping en abanico, aconsejar al paciente no ponerse de cuclillas.
Conclusión
El quiste de Baker se trata de una colección anormal de líquido siovial en la bursa gastrocnemio-semimembranosa. Podemos concluir que no tiene una aparición espontánea per sé excepto en niños, siempre es resultado de otra lesión articular: artrosis y lesión meniscal en quistes no complicados y patología inflamatoria en los complicados con rotura. Para su diagnóstico las pruebas de elección son la ecografía o la RMN ya que muchas veces por su tamaño no se ve a simple vista y porque los signos y síntomas pueden confundirse con patología venosa. Puede ser asintomático o cursar con dolor en la región posterior, rigidez, tumefacción y el tratamiento de fisioterapia debe enfocarse en la patología subyacente. Pueden aplicarse medidas antiinflamatorias para aliviar los síntomas y en los casos más dolorosos se procederá a su extirpación por vía quirúrgica.
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