El dolor en el músculo trapecio superior es una condición común entre los pacientes que presentan disfunción de cuello y hombros. Este dolor suele estar asociado a puntos gatillo miofasciales (PGM) que provocan limitación funcional y molestias en actividades diarias. Para el tratamiento de estos puntos gatillo, las técnicas de fisioterapia manual y la punción seca profunda han demostrado ser efectivas en la reducción del dolor y la mejora de la movilidad. Este artículo aborda la comparación entre ambos enfoques terapéuticos en el tratamiento de los PGM en el trapecio superior.
La punción seca profunda es una técnica que utiliza agujas para acceder a los puntos gatillo ubicados en las fibras musculares profundas. Se basa en la teoría de que la inserción de la aguja en el PGM provoca una respuesta de espasmo local, lo cual facilita la relajación muscular y reduce la actividad del punto gatillo. Estudios clínicos han sugerido que la punción seca profunda disminuye significativamente la sensibilidad dolorosa y mejora la función del músculo afectado.
Los protocolos de fisioterapia manual incluyen técnicas de masoterapia, movilización articular y estiramientos, que se han mostrado efectivos en el alivio de la tensión muscular y la reducción del dolor en el trapecio superior. Sin embargo, la efectividad de estas técnicas en comparación con la punción seca sigue siendo un tema de investigación. La fisioterapia manual proporciona beneficios a nivel superficial, mientras que la punción seca permite un acceso directo a los puntos gatillo profundos, ofreciendo un alivio potencialmente más rápido y duradero.
Un estudio comparativo reciente evaluó la eficacia de la punción seca profunda frente a un protocolo de fisioterapia manual en el tratamiento de los PGM del trapecio superior. Los resultados mostraron que ambos tratamientos redujeron el dolor, pero la punción seca profunda obtuvo una mayor efectividad en la disminución de la intensidad del dolor y en la mejora de la movilidad funcional del hombro y el cuello. Esta técnica demostró resultados particularmente favorables en la reducción del dolor a corto plazo, lo cual podría ser beneficioso en pacientes con dolor agudo o persistente.
En la práctica clínica, la elección entre punción seca y fisioterapia manual puede depender de varios factores, como la tolerancia del paciente, la gravedad de los síntomas y la experiencia del fisioterapeuta. La punción seca profunda se recomienda especialmente en pacientes con dolor crónico y PGM profundos, mientras que la fisioterapia manual puede ser más adecuada para aquellos con hipersensibilidad o con preferencia por técnicas no invasivas. Ambos tratamientos pueden combinarse para maximizar los resultados, empleando la punción seca para desactivar los PGM y la fisioterapia manual para mantener la flexibilidad y función muscular.
Aunque la punción seca profunda es generalmente segura, es esencial tener en cuenta contraindicaciones y precauciones. No se recomienda en pacientes con trastornos de coagulación, infecciones activas, o hipersensibilidad a las agujas. Además, los fisioterapeutas deben estar debidamente capacitados y certificados para aplicar esta técnica, pues el uso inadecuado podría causar daño tisular o reacciones adversas en los pacientes.
La punción seca profunda representa una alternativa eficaz en el tratamiento de puntos gatillo miofasciales en el trapecio superior, especialmente en comparación con la fisioterapia manual. Su aplicación en fisioterapia musculoesquelética ha mostrado beneficios en la reducción rápida del dolor y en la mejora de la función muscular. A pesar de ello, es recomendable una evaluación individual para decidir el tratamiento más adecuado, considerando las características clínicas y preferencias del paciente. La combinación de ambas técnicas podría ser la estrategia óptima en muchos casos, proporcionando alivio a corto plazo y beneficios funcionales a largo plazo.