La espondiloartritis es un grupo de enfermedades inflamatorias que afectan principalmente las articulaciones de la columna vertebral y las áreas donde los ligamentos y tendones se unen a los huesos. La práctica regular de ejercicio físico es esencial para el manejo de los síntomas y la mejora de la calidad de vida. Este artículo explora las barreras y facilitadores para la práctica del ejercicio en pacientes con espondiloartritis.
Importancia del Ejercicio Físico en la Espondiloartritis
El ejercicio físico regular ofrece varios beneficios para los pacientes con espondiloartritis, incluyendo:
- Mejora de la movilidad: Aumento de la flexibilidad y reducción de la rigidez.
- Reducción del dolor: Liberación de endorfinas y mejora de la circulación.
- Fortalecimiento muscular: Aumento de la fuerza y la resistencia.
- Mejora de la calidad de vida: Aumento de la energía y reducción de los síntomas depresivos.
Barreras para la Práctica del Ejercicio
Los pacientes con espondiloartritis pueden enfrentar varias barreras que dificultan la práctica regular del ejercicio físico:
- Dolor y fatiga:
El dolor crónico y la fatiga pueden desmotivar a los pacientes a participar en actividades físicas.
El miedo a aumentar el dolor puede limitar la participación. - Falta de conocimiento:
Desconocimiento sobre los tipos de ejercicio adecuados y seguros para su condición.
Falta de orientación sobre cómo iniciar y mantener un programa de ejercicio. - Factores psicológicos:
Ansiedad y depresión pueden disminuir la motivación para el ejercicio.
Percepción negativa de la capacidad física y el temor a no poder realizar los ejercicios correctamente. - Factores ambientales y sociales:
Falta de acceso a instalaciones adecuadas para el ejercicio.
Falta de apoyo social y motivación por parte de familiares y amigos.
Facilitadores para la Práctica del Ejercicio
Existen varios facilitadores que pueden ayudar a los pacientes con espondiloartritis a superar las barreras y mantener una rutina de ejercicio regular:
- Educación y orientación profesional:
Proporcionar información detallada sobre los beneficios del ejercicio y las estrategias para manejar el dolor y la fatiga.
Diseño de programas de ejercicio personalizados y supervisados por fisioterapeutas. - Apoyo social:
Fomentar la participación en grupos de ejercicio o clases dirigidas.
Involucrar a familiares y amigos en la actividad física para aumentar la motivación. - Acceso a instalaciones adecuadas:
Facilitar el acceso a gimnasios, piscinas y centros de rehabilitación que ofrezcan programas específicos para pacientes con espondiloartritis.
Promover el uso de instalaciones comunitarias accesibles. - Programas de ejercicio adaptados:
Implementación de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento específicos para mejorar la movilidad y reducir el dolor.
Incorporación de actividades de bajo impacto que son más accesibles y menos intimidantes para los pacientes, como caminar y el ciclismo.
Estrategias para Superar las Barreras
Para superar las barreras y fomentar la práctica regular del ejercicio, se pueden implementar varias estrategias:
- Educación y capacitación:
Realizar talleres y sesiones educativas para pacientes sobre la importancia del ejercicio y cómo realizarlo de manera segura.
Proporcionar materiales educativos, como folletos y videos, que expliquen los ejercicios recomendados. - Apoyo psicológico:
Ofrecer apoyo psicológico para abordar el miedo al dolor y la ansiedad relacionada con el ejercicio.
Terapias cognitivo-conductuales para cambiar las percepciones negativas sobre la capacidad física. - Programas de ejercicio supervisados:
Iniciar programas de ejercicio bajo la supervisión de fisioterapeutas para asegurar una correcta ejecución y reducir el riesgo de lesiones.
Monitorear el progreso del paciente y ajustar los programas según sea necesario. - Motivación y refuerzo positivo:
Establecer metas realistas y celebrar los logros para mantener la motivación.
Utilizar técnicas de refuerzo positivo para promover la adherencia al programa de ejercicio.
Recomendaciones de Fisiocampus
Fisiocampus ofrece cursos especializados en ejercicio físico, proporcionando a los fisioterapeutas las herramientas necesarias para diseñar y supervisar programas de ejercicio efectivos. Estos cursos están basados en la evidencia científica más reciente y las mejores prácticas clínicas.
Conclusión
La práctica regular de ejercicio físico es fundamental para el manejo de la espondiloartritis, pero los pacientes pueden enfrentar diversas barreras que dificultan su participación. Identificar y abordar estas barreras a través de la educación, el apoyo social, y programas de ejercicio adaptados puede mejorar significativamente la adherencia y los resultados terapéuticos. La implementación de estrategias basadas en la evidencia es esencial para optimizar la salud y la calidad de vida de los pacientes con espondiloartritis.
Referencias
Rafael Curbelo Rodríguez, Pedro Zarco Montejo, Raquel Almodóvar González, Mariano Flórez García, Loreto Carmona Ortells. Barreras y facilitadores para la práctica del ejercicio físico en pacientes con espondiloartritis: estudio cualitativo de grupos focales (EJES-3D). Reumatología Clínica [internet], 2017 [consultado el 23 de Mayo de 2024]; 13(2): 91-96. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1699258X16000486?via%3Dihub
