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En la actualidad, cada vez más se dan pautas de trabajo a seguir muy cerradas, es decir, frente a ciertas patologías en muchas ocasiones se le brinda al paciente una serie de ejercicios para que realice por su cuenta y que puede que no atiendan realmente las necesidades de nuestro paciente.
Por otro lado, también existe la generalización de los ejercicios para diferentes tipos de pacientes con distintas necesidades, lo que hace que el ejercicio no sea realmente óptimo.
Aunado a esto, tenemos la sobreprotección y la desinformación, aspectos que muchas veces producen ansiedad en el paciente, quitándole la oportunidad al paciente de plantearse objetivos a medio o largo plazo y, en consecuencia, restando motivación al individuo.
El movimiento óptimo hace referencia al cambio de paradigma de todos los problemas mencionados anteriormente ante la suscripción de ejercicio físico en nuestros pacientes.
Por lo que, concretamente, podemos denominar al movimiento óptimo como una serie de planteamientos que buscan individualizar la pauta a seguir, todo ello a partir del movimiento.
Con la individualización se busca atender las necesidades propias y específicas de cada persona, ofreciendo estructuras flexibles y adaptables, de manera que una vez que el paciente vaya avanzando en sus rutinas, estas se puedan cambiar o adaptar a sus nuevas necesidades.
Además, el movimiento óptimo busca integrar al método de trabajo, movimientos globales y fluidos, ya que en nuestra vida cotidiana trabajamos bajo movimientos o patrones de movimiento globales.
Fisioterapeuta y CAFYD
