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Electrólisis percutánea terapéutica en fisioterapia: aplicación clínica avanzada y evidencia científica en trastornos musculoesqueléticos

Ultima edición: Noviembre 2, 2025, 09:15 Hrs

El abordaje de las lesiones musculoesqueléticas crónicas ha evolucionado sustancialmente en las últimas décadas, desplazándose desde modelos centrados en el alivio sintomático hacia estrategias que buscan restaurar la integridad tisular y la función. En este escenario, la electrólisis percutánea terapéutica (EPT) —con sus variantes como la EPI® (Electrólisis Percutánea Intratisular) y EPTE— ha emergido como una herramienta de alta precisión para intervenir de forma directa sobre tejidos degenerados.

Esta técnica, enmarcada dentro de la fisioterapia invasiva ecoguiada, ha demostrado capacidad para estimular la regeneración de tendones, fascias y tejidos blandos mediante la aplicación controlada de corriente galvánica a través de una aguja filiforme. Su incorporación al razonamiento clínico y a los programas de ejercicio terapéutico ha permitido mejorar los resultados funcionales en lesiones que anteriormente evolucionaban hacia la cronicidad o la intervención quirúrgica.

La presente revisión clínica, basada en la literatura científica reciente, desarrolla los fundamentos fisiológicos, las aplicaciones clínicas y las implicaciones terapéuticas de la electrólisis percutánea, destacando la relevancia de su implementación adecuada en la fisioterapia musculoesquelética actual.

Fisiopatología tendinosa: la diana biológica de la electrólisis

Las tendinopatías crónicas no son procesos inflamatorios convencionales. Más bien, responden a una disfunción celular progresiva caracterizada por:

  • Desorganización de colágeno (predominio de tipo III)
  • Reducción de tenocitos funcionales
  • Alteración del entorno extracelular
  • Neovascularización anómala
  • Fibrosis intratendinosa
  • Ausencia de respuesta inflamatoria eficaz

Este escenario histológico se traduce clínicamente en dolor persistente, pérdida de capacidad funcional y disminución de la resistencia del tejido a la carga. En estos casos, tratamientos convencionales como antiinflamatorios, reposo o agentes físicos han demostrado eficacia limitada.

Por tanto, el objetivo terapéutico debe ser reactivar el ciclo regenerativo del tendón, y es aquí donde la electrólisis percutánea aporta un valor diferencial.

Mecanismo de acción de la electrólisis percutánea

La electrólisis percutánea se basa en la aplicación de corriente galvánica de baja intensidad a través de una aguja estéril insertada ecoguiadamente en el foco lesional. Esta corriente produce una reacción electroquímica que genera hidroxilos (OH⁻) en el entorno celular, provocando una lisis selectiva del tejido fibrótico y una reacción inflamatoria aguda controlada.

Efectos terapéuticos principales:

  1. Lisis del tejido degenerado sin afectar estructuras sanas.
  2. Inducción de inflamación pro-reparativa, que moviliza macrófagos y fibroblastos.
  3. Estimulación de síntesis de colágeno tipo I y reorganización de la matriz extracelular.
  4. Desactivación de terminaciones nociceptivas presentes en el entorno tendinoso patológico.
  5. Facilitación del estímulo mecánico posterior (ejercicio) al restaurar la tolerancia a la carga.

Estos procesos han sido verificados tanto a nivel histológico como mediante ecografía musculoesquelética evolutiva, mostrando una mejora objetiva en la calidad del tejido tratado.

Ecografía musculoesquelética: precisión diagnóstica y terapéutica

La ecografía en tiempo real es una herramienta imprescindible en la aplicación de EPT. Permite:

  • Confirmar la localización y extensión de la degeneración.
  • Identificar zonas con neovascularización patológica o fibrosis focal.
  • Guiar la aguja con exactitud para garantizar la eficacia y seguridad del tratamiento.
  • Evaluar la evolución morfológica del tejido tratado entre sesiones.

Un fisioterapeuta entrenado en ecografía puede diferenciar las fases evolutivas de la tendinopatía y ajustar los parámetros de intervención para personalizar la dosis eléctrica y optimizar la respuesta biológica.

Indicaciones clínicas con mayor respaldo científico

La aplicación de la electrólisis percutánea ha sido validada en diversos cuadros musculoesqueléticos crónicos, entre los que destacan:

  • Tendinopatía del supraespinoso
  • Tendinopatía rotuliana
  • Tendinopatía aquilea no insercional
  • Epicondilalgia lateral
  • Tendinopatía glútea (glúteo medio y menor)
  • Fascitis plantar crónica
  • Roturas musculares fibróticas residuales

El tratamiento debe integrarse siempre en un plan de rehabilitación funcional, no como procedimiento aislado. Su mayor eficacia se alcanza cuando forma parte de un proceso de readaptación progresiva, acompañado de ejercicio terapéutico, control de carga y reeducación motora.

Evidencia científica y resultados clínicos

Una revisión sistemática publicada en 2025 por Fernández-Carnero y col. evaluó la efectividad de la electrólisis percutánea en más de 20 estudios clínicos con pacientes que presentaban trastornos musculoesqueléticos crónicos. Los hallazgos principales fueron:

  • Reducción significativa del dolor (medido con EVA) tras 3 a 5 sesiones.
  • Mejora funcional medida con escalas como VISA, SPADI, KOOS.
  • Efectos superiores al placebo y comparables o mejores que tratamientos convencionales.
  • Mayor eficacia cuando se combina con ejercicio estructurado.
  • Baja incidencia de efectos adversos, limitados a molestias locales o pequeños hematomas.

Este estudio confirma que la electrólisis percutánea no solo es segura, sino que tiene un impacto clínico tangible cuando se aplica bajo criterios de indicación bien establecidos.

Consideraciones técnicas y planificación del tratamiento

Un protocolo clínico básico incluye:

  • Intensidad: 300–600 μA
  • Duración por impacto: 3–10 segundos
  • Número de impactos por sesión: depende del tamaño de la lesión
  • Frecuencia: 1 sesión cada 7 a 10 días
  • Número total de sesiones: habitualmente entre 3 y 6

La respuesta clínica suele observarse a partir de la segunda sesión. Sin embargo, el criterio de progresión debe guiarse más por la tolerancia funcional y la adaptación al ejercicio que por un número fijo de sesiones.

Integración con ejercicio terapéutico y control motor

Uno de los errores más comunes es utilizar la electrólisis como intervención aislada. El estímulo electroquímico solo genera una ventana de oportunidad para que el tejido recupere su función, pero esta debe ser aprovechada con:

  • Carga excéntrica progresiva
  • Ejercicios isométricos analgésicos en fases iniciales
  • Entrenamiento funcional con control motor
  • Progresión a tareas dinámicas de alta demanda

Este enfoque integrador ha demostrado reducir recidivas, mejorar la calidad del movimiento y acelerar la vuelta a la actividad deportiva.

Profesionalización del abordaje: formación específica en EPI®

Para aplicar la técnica con eficacia y seguridad, el fisioterapeuta debe formarse en los principios fisiopatológicos, ecográficos y clínicos que sustentan su uso. FisioCampus ofrece una formación completa y actualizada en esta área.

Curso Online: Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI®)

Esta formación profundiza en los aspectos técnicos, ecográficos y de razonamiento clínico que permiten aplicar la EPI® con criterio terapéutico avanzado, integrándola de forma eficaz con el ejercicio terapéutico

y el abordaje musculoesquelético contemporáneo.

Esta capacitación resulta especialmente útil para fisioterapeutas que buscan integrar técnicas de fisioterapia invasiva con base científica y alta calidad asistencial.

Conclusión: de la técnica a la estrategia terapéutica

La electrólisis percutánea no es solo una técnica efectiva, sino un vehículo de intervención biológica que, bien integrada en el proceso de rehabilitación, potencia la capacidad de recuperación del paciente.

Requiere precisión, razonamiento clínico, ecografía aplicada y planificación terapéutica.

La literatura científica actual respalda su uso en tendinopatías y otras disfunciones musculoesqueléticas, con resultados consistentes cuando se aplica bajo protocolos personalizados y se combina con ejercicio.

El fisioterapeuta del siglo XXI, dotado de conocimientos en fisioterapia invasiva, tiene hoy la oportunidad de actuar sobre el tejido, la función y el movimiento, elevando el impacto clínico de su intervención a través de herramientas como la electrólisis percutánea.

Bibliografía

  1. Fernández-Carnero J, Beltrán-Alacreu H, Plaza-Manzano G. Percutaneous Electrolysis for Musculoskeletal Disorders Management in Rehabilitation Settings: A Systematic Review. Musculoskelet Sci Pract. 2025;72:102786. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/393957348_Percutaneous_Electrolysis_for_Musculoskeletal_Disorders_Management_in_Rehabilitation_Settings_A_Systematic_Review 
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